10:3Vuestro Señor es Alá, Que ha creado los cielos y la tierra en seis días. Luego, se ha instalado en el trono para disponerlo todo. Nadie puede interceder sin Su permiso. ¡Ése es Alá, vuestro Señor! ¡Servidle, pues! ¿Es que no os dejaréis amonestar?

10:11Si Alá precipitara el mal sobre los hombres con la misma premura con que éstos buscan su bienestar, habría ya llegado su fin. Dejamos, pues, a quienes no cuentan con encontrarnos que yerren ciegos en su rebeldía.

10:12Cuando el hombre sufre una desgracia, Nos invoca, lo mismo si está echado que si está sentado o de pie. Pero, en cuanto le libramos de su desgracia, continúa su camino como si no Nos hubiera invocado por la desgracia que sufría. Así es como son engalanadas las obras de los inmoderados.

10:21Apenas hacemos gustar a los hombres una misericordia, después de haber sufrido una desgracia, al punto intrigan contra Nuestros signos. Di: «¡Alá es más rápido en intrigar!» Nuestros enviados toman nota de vuestra intriga.

10:41Si te desmienten, di: «Yo respondo de mis actos y vosotros de los vuestros. Vosotros no sois responsables de lo que yo haga y yo no soy responsable de lo que vosotros hagáis».

10:44Alá no es nada injusto con los hombres, sino que son los hombres los injustos consigo mismos.

10:46Lo mismo si te mostramos algo de aquello con que les amenazamos que si te llamamos, volverán a Nosotros. Luego, Alá será testigo de lo que hacían.

10:57¡Hombres! Habéis recibido una exhortación procedente de vuestro Señor, remedio para los males de vuestros corazones, dirección y misericordia para los creyentes.

10:58Di: «¡Que se alegren del favor de Alá y de Su misericordia. Eso es mejor que lo que ellos amasan».

10:68Dicen: «Alá ha adoptado un hijo». ¡Gloria a Él! Él es Quien Se basta a Sí mismo. Suyo es lo que está en los cielos y en la tierra. ¡No tenéis ninguna autoridad para hablar así! ¿Decís contra Alá lo que no sabéis?

10:86¡Sálvanos por Tu misericordia del pueblo infiel!»

10:107Si Alá te aflige con una desgracia, nadie sino Él podrá librarte de ella. Si Él te desea un bien, nadie podrá oponerse a Su favor. Se lo concede a quien Él quiere de Sus siervos. Él es el Indulgente, el Misericordioso.