54:2Si ven un signo, se apartan y dicen: «¡Es una magia continua!»

54:4Ya han recibido noticias disuasivas,

54:5consumada sabiduría. Pero las advertencias no sirven.

54:9Antes de ello, ya el pueblo de Noé había desmentido. Desmintieron a Nuestro siervo y dijeron: «¡Un poseso!», y fue rechazado.

54:10Entonces, invocó a su Señor. «¡Estoy vencido! ¡Defiéndete!»

54:15La dejamos como signo. Pero ¿hay alguien que se deje amonestar?

54:16Y ¡cuáles no fueron Mi castigo y Mis advertencias!

54:18Los aditas desmintieron y ¡cuáles no fueron Mi castigo y Mis advertencias!

54:21Y ¡cuáles no fueron Mi castigo y Mis advertencias!

54:24y dijeron: «¿Vamos a seguir a un solo mortal, salido de nosotros? ¡Estaríamos extraviados y deliraríamos!

54:25¿A él, entre nosotros, se le iba a confiar la Amonestación? ¡No, sino que es un mentiroso, un insolente!»

54:28Infórmales de que el agua debe repartirse entre ellos y de que beberán por turno.

54:29Llamaron a su paisano, que se hizo cargo y desjarretó.

54:30Y ¡cuáles no fueron Mi castigo y Mis advertencias!

54:35en virtud de una gracia venida de Nosotros. Así retribuimos al agradecido.

54:38A la mañana siguiente, temprano, les sorprendió un castigo duradero.

54:42Desmintieron todos Nuestros signos y les sorprendimos como sorprende Uno poderoso, potísimo.

54:50Nuestra orden no consiste sino en una sola palabra, como un abrir y cerrar de ojos.

54:53Todo, grande o pequeño, está con signado.